Mascarillas vs. Cremas: ¿en qué es mejor invertir?
Todas deseamos una piel radiante, que se vea y se sienta fresca, hidratada, firme y tersa pero pocas sabemos cómo lograrlo. La verdad es que tener una piel saludable y equilibrada es alcanzable para todas, sin importar qué tipo de piel tengamos. Lo más importante es apartar algo de tiempo y utilizar productos que sean adecuados para el tipo de piel que tenemos.
¿Qué son las mascarillas?
Las mascarillas son tratamientos temporales que se aplican sobre la piel y tienen como propósito limpiarla, nutrirla o revitalizarla. Lo logran a través de la oclusión, que logra el mayor aprovechamiento de las propiedades, esencias y nutrientes que se encuentran de forma concentrada en su fórmula.
Sabemos que las mascarillas de mejor calidad vienen de Corea. La cosmética coreana es un gran referente de belleza internacional. Sus productos se basan en cuatro conceptos estratégicos: alta calidad, eficacia, diseños únicos y, por supuesto, precios competitivos. Sus fórmulas únicas, resultado de años de investigación, elaboradas con los ingredientes de la más alta calidad y empleando altas concentraciones de principios activos, aseguran la máxima satisfacción de quienes los usan. Se presta mucha atención a cada ingrediente, evitando al máximo el uso de compuestos químicos y buscando sustancias naturales y afines a la estructura de la piel para garantizar alta calidad, eficacia y tolerancia de cada producto.
Las mascarillas listas para usar han revolucionado la manera en que cuidamos nuestra piel y la rutina de belleza de muchas mujeres que buscan un cutis perfecto. ¿Por qué? Bueno, lo más importante es que estas mascarillas se encuentran empapadas en un suero que contiene INGREDIENTES ACTIVOS, aquí no hay una mezcla con un conductor, así que la piel los recibe prácticamente puros y los absorbe por completo. No se combina con las impurezas o contaminantes de los dedos ya que no tienen contacto con ellos. Además, son empacadas en sobres hechos con materiales que las protegen de cambios de temperatura y de la luz del sol o artificial que las puede dañar. El tiempo de uso es de 20 a 25 minutos, ¿quién no está dispuesta a invertir un poco de para lograr una piel saludable y bonita?
Por décadas las cremas de aplicación en segundos han sido la forma más usada de cuidar la piel, pero su efecto se logra con la constancia y la utilización frecuente. Regenerar, nutrir, hidratar, protegerlo del sol… muchos son los beneficios que contienen las cremas para rostro. Lo importante para utilizar correctamente las cremas es tener los dedos muy limpios para no contaminar con bacterias o polvo al producto. También, los componentes de las cremas se ven afectados con cambios en el clima (demasiado calor o humedad, por ejemplo) ya que no se mantienen completamente cerradas, por lo que debemos elegir cuidadosamente el lugar donde guardamos nuestros productos de belleza.
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Fuente: embelle.com.mx - Hortensia Blog