REMOVEDOR DE CUTÍCULAS
Herramienta de mantenimiento de cutículas (remueve y retira)
¿Necesitas mantener tus manos ordenadas o mantener tu manicura? Si es así, entonces el mantenimiento de la cutícula es una herramienta que no te puede faltar. Esta herramienta de doble acción para cutículas ayuda a mantener tus manos con apariencia de calidad de salón y bien mantenidas. El moldeador de uñas curvado ofrece una forma personalizada y fácil empuje de cutículas, mientras que la herramienta de limpieza más pequeña elimina la suciedad y la acumulación debajo de las uñas. El material 100% de acero inoxidable es resistente al óxido y al deslustre, así como fácil de esterilizar. Mantén esta herramienta en tu baño, kit de viaje o bolso para retoques rápidos y mantenimiento de manicura sin problemas.
La única herramienta incluye cabezales de mantenimiento de manicura 2 en 1.
La forma personalizada para un uso cómodo e indoloro.
100% acero inoxidable de calidad.
Mango de fácil agarre.
¿Por qué usar un removedor de cutícula?
Lo ideal es que uses un quitacutículas o removedor, que acondicione y ablande la cutícula, para que la retires hacia el borde y luego cortes lo que sobra, ¡nada más!. Y este consejo sirve también para cuando vayas al salón a hacerte la manicura
Para comprender la importancia que tienen las cutículas en relación al estado de las uñas, tienes que saber que protegen el nacimiento de la uña de los agentes externos, incluido el agua, es la que protege y evita posibles infecciones. Su tamaño depende de cada persona, y aunque lo normal es que apenas se noten, hay quienes desarrollan mucha cutícula, lo que les resulta molesto y antiestético. Pero la opinión de las expertas en manicura –y dermatólogos- es unánime: no se recomienda cortar las cutículas, pues este gesto meramente estético puede provocar infecciones que, aunque no son muy graves, sí pueden ser bastante molestas. Si optas por retirar las cutículas puedes sufrir paroniquias, que son las infecciones que se formanen la piel de la zona alrededor de las uñas, también conocidas como uñeros. Y lo más común, la aparición de los padrastros, esas pieles levantadas que suelen engancharse con la ropa y que pueden llegar a ser muy dolorosas y sumamente antiestéticas.